En una duración aproximadamente de 2 horas, esta película nos presenta excesivo uso de efectos especiales, trama aburrida, nada original, actuaciones tan cuadradas que parece por momentos que estamos viendo una parodia en algún programa.
La premisa de la historia es que durante la ceremonia de proclamación del rey Horus, heredero de Osiris, el tío desterrado Set, decide usurpar el trono, por ello ataca al futuro rey, le arranca los ojos y con ello, todas sus ganas de convertirse en el rey que Egipto necesita. Existe una historia secundaria que termina volviéndose más interesante que el conflicto principal, la inclusión de un caótico romance entre mortales y la travesía por devolverle la vida al ser amado que murió durante la problemática de estos Dioses.
Lo único rescatable de la película son las actuaciones de Gerard Butler (300) y Nikolaj Coster-Waldau (Games Of Thrones), de lo demás es muy difícil rescatar algo, desde la trama innecesariamente larga hasta las armaduras similares a las de los Power Rangers y escenarios artificiales, terminan por hundir esta película que habla de "Dioses Egipcios..."
2/5
Luis Montoya
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